Más allá del cotilleo: confiesa, confiesa...
Ya he vuelto. Y creía que no lo hacía !No sabeis que trajín de una reunión a otra! El caso es que ayer no dejaban de venirme a la cabeza cosas para escribir, pero no me decidía por ninguna, hasta que un amiguete (?) me ha inspirado como Dios manda. ¿Os acordais de la pareja de A y de B que me comentaba Benny que habían cortado? Pues mi amiguete es la A.
Una de las sensaciones más cabronas y que más te reconcome por dentro es esa que te da cuando tú sabes algo de otra persona, generalmente algo chungo, pero quieres que te lo diga ella misma para deleitarte escuchándolo (y correrte vivo, según el caso...) y poderlo contar después a todo quisqui. Pues eso me ha pasado a mi. Os describo la situación.
Yo: Hombre, A, ¿Que tal estás?
A: Muy bien. Acabo de volver de vacaciones.
Yo, con toda la intención del mundo y una sonrisa muy dulce: ¿Y que tal te va con B?
A: Ufff! Bien.
Yo, manteniendo la sonrisa forzada: ¿Pero bien, bien o bien?
A: Bien... Bueno.
Yo: Bueno, que? Teneis algún problemilla?
(Si habeis cortado, que lo sé yo, confiesa que te ha dejao tirado como a una colilla)
A: Bueno el está un poco tenso últimamente
(Si, si, tenso... lo que está es otra vez en el mercado)
A: Pero yo estoy muy tranquilo, sin agobiarme (¿tranquilo? resignado diría yo... ya mismo estas echando mano de la agenda para llamar a tus amigos abandonados)
Yo, mordiendome la lengua: Pero vamos, que seguís juntos y eso.
A: Nos estamos conociendo (y una mierda!, vosotros os habeis conocido ya todo lo que os vais a conocer en la vida), asi que no te puedo decir nada. Vamos sin prisa.
(!Sin prisa!!Sin prisa! !Falso ajqueroso! !Si habeis cortado hace un mes!)
Yo, con la vena de la frente supergorda: Bueno, lo importante es que al final pase lo mejor para los dos... Y tampoco hay que agobiarse cuando las cosas se ve que no van a salir bien, verdad?
A: Eso digo yo.
Yo, buscando la recortada y sin dejar de sonreir: Pues me alegro que todo vaya adelante y poquito a poquito.
A: Pues eso.
Ese Pues eso me suena a: No hay más declaraciones, así que paso de seguir con un interrogatorio tan absurdo y que tan pocas satisfacciones me ofrece. De modo que me despido sin inmutar mi sonrisa de Maria Teresa Campos y me largo sorprendiéndome a mi mismo, de lo falsa que es la gente hasta con sus amigos y de lo cabrones que pueden ser los amigos cuando quieren enterarse de algo. Estan claras dos cosas. Primera, que A y yo no somos amigos y segunda, que la relación de A y B ha pasado a mejor vida de muy malas maneras o peor. Como te lo estoy contando.
Una de las sensaciones más cabronas y que más te reconcome por dentro es esa que te da cuando tú sabes algo de otra persona, generalmente algo chungo, pero quieres que te lo diga ella misma para deleitarte escuchándolo (y correrte vivo, según el caso...) y poderlo contar después a todo quisqui. Pues eso me ha pasado a mi. Os describo la situación.
Yo: Hombre, A, ¿Que tal estás?
A: Muy bien. Acabo de volver de vacaciones.
Yo, con toda la intención del mundo y una sonrisa muy dulce: ¿Y que tal te va con B?
A: Ufff! Bien.
Yo, manteniendo la sonrisa forzada: ¿Pero bien, bien o bien?
A: Bien... Bueno.
Yo: Bueno, que? Teneis algún problemilla?
(Si habeis cortado, que lo sé yo, confiesa que te ha dejao tirado como a una colilla)
A: Bueno el está un poco tenso últimamente
(Si, si, tenso... lo que está es otra vez en el mercado)
A: Pero yo estoy muy tranquilo, sin agobiarme (¿tranquilo? resignado diría yo... ya mismo estas echando mano de la agenda para llamar a tus amigos abandonados)
Yo, mordiendome la lengua: Pero vamos, que seguís juntos y eso.
A: Nos estamos conociendo (y una mierda!, vosotros os habeis conocido ya todo lo que os vais a conocer en la vida), asi que no te puedo decir nada. Vamos sin prisa.
(!Sin prisa!!Sin prisa! !Falso ajqueroso! !Si habeis cortado hace un mes!)
Yo, con la vena de la frente supergorda: Bueno, lo importante es que al final pase lo mejor para los dos... Y tampoco hay que agobiarse cuando las cosas se ve que no van a salir bien, verdad?
A: Eso digo yo.
Yo, buscando la recortada y sin dejar de sonreir: Pues me alegro que todo vaya adelante y poquito a poquito.
A: Pues eso.
Ese Pues eso me suena a: No hay más declaraciones, así que paso de seguir con un interrogatorio tan absurdo y que tan pocas satisfacciones me ofrece. De modo que me despido sin inmutar mi sonrisa de Maria Teresa Campos y me largo sorprendiéndome a mi mismo, de lo falsa que es la gente hasta con sus amigos y de lo cabrones que pueden ser los amigos cuando quieren enterarse de algo. Estan claras dos cosas. Primera, que A y yo no somos amigos y segunda, que la relación de A y B ha pasado a mejor vida de muy malas maneras o peor. Como te lo estoy contando.
7 comentarios
trinitron -
Penelopene -
misterdj -
pinteño -
Peibols -
De Paloma coges las frases, a Fernando le coges a Mauri (que buena está Collado) y a Marisa le coges el chinchón para mezclarlo con apsenta...
misterdj -
Peibols -
oyes, te veo un poco Radio Patio, tipo PUNTO EN BOCA, HOMBRE YA!
jejejejeje